El objetivo principal de la odontología preventiva es mantener una salud bucal óptima. Las prácticas diarias de cuidado en casa, como el cepillado y el uso de hilo dental, combinadas con el cuidado preventivo periódico en la clínica, como las limpiezas estándar y profundas, son componentes vitales para mantener sus dientes y encías lo más saludables posible. Sin embargo, el cepillado y el uso de hilo dental por sí solos no eliminarán el sarro (una forma de placa dental endurecida), por lo que las limpiezas dentales profesionales son tan cruciales. Cuando la placa y el sarro permanecen en los dientes por mucho tiempo, el riesgo de desarrollar gingivitis es alto. Si no se trata, la gingivitis avanzará a la periodontitis, una enfermedad más grave que eventualmente dañará los huesos, las encías y los tejidos que sostienen los dientes.
Lo que puede esperar: Una limpieza y examen regulares toman alrededor de 30 a 45 minutos. En un chequeo típico, los pacientes son atendidos tanto por un higienista como por un dentista. El higienista limpia y pule sus dientes, le habla sobre el cuidado dental y responde a sus preguntas. El dentista revisa la limpieza realizada por el higienista, lleva a cabo un examen oral de sus encías y dientes, diagnostica cualquier problema de salud bucal, ordena radiografías (si es apropiado) y hace recomendaciones de tratamiento. Los chequeos son importantes no solo para la limpieza, sino para encontrar cualquier problema a tiempo.
Nosotros recomendamos dos visitas al dentista cada año para el mantenimiento de dientes y encías sanos.
