Un puente consiste en un diente falso colocado en lugar de un diente o dientes faltantes. Un espacio entre sus dientes puede ser potencialmente peligroso para su salud dental, ya que puede hacer que sus dientes se desplacen, lo que resultaría en un cambio en su mordida que podría ser doloroso.
Un puente consta de dos coronas que unen un diente falso a los dientes a cada lado del diente faltante. Pero los puentes que hacemos son cómodos, se ajustan bien y tienen un aspecto natural, por lo que nadie podrá distinguirlos de sus propios dientes. No solo eso, nuestros puentes están fijos, lo que significa que no tiene que quitarse el reemplazo para limpiarlos. ¡Los pacientes dicen que estos puentes son tan fáciles de usar que a menudo olvidan que están ahí!
Qué esperar: Se requieren un mínimo de dos visitas para colocar un puente dental. En la primera visita, se completan tres pasos importantes. Primero, se preparan los dientes circundantes para que se les coloque una corona. Esto puede incluir limar el diente para que la corona pueda ajustarse sobre él. En segundo lugar, se toma una impresión de sus dientes que se enviará a un laboratorio para preparar el puente y la corona. Finalmente, el dentista ajusta sus dientes con un puente temporal para protegerlos mientras el puente se prepara en el laboratorio. En la segunda visita, se retira el puente temporal y se ajusta el nuevo puente recibido del laboratorio. Es posible que se necesiten varias visitas para verificar y ajustar el ajuste.